Estamos viviendo actualmente unos tiempos llenos de muchas
circunstancias; que si enfocamos nuestra mirada en ellas, empezamos entonces a
dudar, a desconfiar y a preocuparnos. Personas cercanas nos hacen a veces muchas
preguntas acerca de situaciones que están en nuestras vidas que aun no han
cambiado (Las cuales Dios con su poder en el momento oportuno cambiará) y este
cuestionamiento a veces nos hace sentir que realmente no vemos que pasa nada a
nuestro alrededor, que no vemos respuestas y puede incluso hasta mermar nuestra
fe y colocarnos en un estado de ansiedad, tristeza o desesperación.
Amada prenda, la palabra de Dios dice en el salmo 121 versículo
3: “No se dormirá el que te guarda”, y en el versículo 4 continua diciendo: “He aquí
no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel”.
No hay que temer preciosa gema, nuestro padre Dios altísimo te
guarda y sabe lo que deseas que el haga, cambie, restaure, sane, traiga. No te
preocupes y solo pon tus ojos en esta hermosa promesa: “Que no se dormirá quien
te guarda”. Puedes estar tranquila y confiada sabiendo que Dios está pendiente
de ti y de tu situación y que pronto correrá las cortinas y podrás ver lo que
todo este tiempo él estuvo haciendo por ti.
En el salmo 37 versículo 5 él te dice: “Encomienda a Jehová
tu camino, y confía en el y el hará “, ponle en sus manos ahora todos esos
deseos, anhelos y planes que tienes y tranquila que el velará por ti y por
ellos.
Jehová es tu guardador y su mano esta extendida sobre ti
para hacer por ti. Justo ahora el esta trabajando a tu favor; moviéndose a tu
favor, abriendo puertas de bendición, cerrando puertas de aflicción, trayendo bendición,
trayendo restauración y trayendo las respuestas que tanto has esperado. Solo
mantente firme mirándole a él, creyéndole y perseverando en oración y confiando
tranquilamente en tu guarda espalda, tu policía, tu amigo, tu marido, tu guía,
tu roca, tu fuerza, tu libertador, el que ama tu alma: Jehová de los ejércitos.
Amada mujer: “Deléitate así mismo en jehová, y él te concederá
las peticiones de tu corazón”. Salmo 37:4.
Prepárate a ser sorprendida!
Dios te bendice preciosa gema del altísimo.