Nos hemos acostumbrado a lo largo
de nuestra vida a escuchar las mismas conversaciones, con las mismas personas,
a veces conversaciones que no nos aportan nada nuevo ni bueno a nuestra vida, a
nuestra mente, pero seguimos escuchándolas porque estamos acostumbradas, o no queremos ofender a esa o esas personas con decirles que cambien el tema por favor. Igual
pasa con canciones y tipos de música que en vez de edificar y fortalecer
nuestro espíritu, llenarnos de gozo y de paz nos deprimen o nos turban o
producen sentimientos de insatisfacción o nos recuerdan un doloroso pasado.
Sobre esto el Señor hoy nos
quiere hacer un alto y nos pregunta ¿que estamos escuchando?
La palabra escuchar proviene del latín
ascultare que significa que la persona apela a las facultades de su oído para
oir lo que se ha dicho. También significa poner atención a algo que ha sido
captado por nuestro sentido auditivo.
Como vemos aquí se nos dice que
cuando ponemos atención a lo que se nos esta diciendo o algo que estamos oyendo
estamos recibiendo esto en nuestro subconsciente y que esto producirá algún efecto
en nosotros a la corta o la larga.
He conocido a personas sumamente
especiales que expresan que al escuchar determinado
tipo de música, en ciertos momentos de su vida sintieron deseos de cometer suicidio, otras que sintieron una
gran tristeza profunda, otras que sintieron como una melancolía las abrazaba y
otras que se sienten contentas, eufóricas, gozosas, felices con escuchar
determinadas melodías.
Esto acontece amadas, porque la
música ejerce influencia sobre nuestro subconsciente y consecuentemente en
nuestro estado de ánimo. En mi caso particular determinadas canciones
cristianas me producen un inmenso gozo, energía, fortaleza y me animan, por ejemplo una hermosa alabanza que
Dice en unos de sus estribillos:
“Grandes cosas ha hecho Jesús, Grandes cosas ha hecho Jesús, Grandes cosas
ha hecho Jesús y estaremos alegres”, Que hermosa declaración estamos haciendo
mientras cantamos y adoramos a nuestro Señor, estamos a la vez haciendo una confesión
de Fe, de que estaremos alegres por las grandes cosas que el ha hecho e
inmediatamente nuestra memoria empieza a registrar estas frases y nuestro espíritu
(alma), empieza a ser dirigido y llenado por el Santo espíritu de Dios y una
transformación interna comienza a ejecutarse.
Vemos en el salmo 146:3-6 donde nos
insta a que alabemos al Señor por sus proezas y bondades con instrumentos
musicales como: salterio, arpa, pandero, cuerdas, flautas, címbalos resonantes
y que sea a son de bocina ósea en alta voz. Una combinación especial entre adoración,
regocijo y alabanza. Pero si seguimos mirando en la biblia se nos dice en el
libro de 1ra de Samuel 16:16-23 Que el Rey Saúl era atormentado por un espíritu
malo y que requería que el ungido siervo David viniese con su arpa a tocarle
para que el espíritu se apartara de él y el recibiera la paz del señor sobre
el. Citaremos el versículo 23 que lo explica: “Y cuando el espíritu malo de
parte de Dios venia sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con sus manos y Saúl
tenia alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de el”. Amadas en ningún
momento se refiere esto a que Dios le enviara este espíritu a Saúl, sino que
como el había desobedecido a los mandatos de Dios, este se había apartado de El
y había permitido que otro espíritu viniese a habitar en Saúl. Pero la parte
mas importante que deseo resaltar es el hecho de que al este siervo ungido,
lleno de la gracia de Dios y obediente al Señor entonar una melodía con su
instrumento, una unción especial del Señor descendía en el lugar.
Amada, notas como la música tiene
poder sobre nuestro espíritu? Imagínate ahora que coloques un CD en tu vehículo o donde estés o en tu ipod con un canción que diga lo siguiente: “Desde que te fuiste no me queda nada, he
perdido fuerzas, he perdido calma, mi mundo solo gira en torno a ti, solo soy
feliz si te tengo a ti, sin ti no puedo vivir, te necesito para respirar”, Waoo
que estrofas, te pregunto como te sentirías? Te sentirías feliz, gozosa,
animada a realizar los sueños que tienes en mente, te sentirías con deseos de reír?
Creo que no, más bien inmediatamente comienzan a aflorar viejos recuerdos de
relaciones pasadas, o recuerdos de otras personas cercanas que puedan estar
pasando por una situación parecida, o viene un velo de tristeza o de soledad, o si acaso esta pasando algo parecido en tu vida, creo que irrumpirás
en llanto.
Pero que desea el Señor decirnos
hoy? Que empecemos a elegir canciones que alegren nuestro espíritu, que nos
llenen de vida, canciones con las que podamos expresar la felicidad que
recibimos cada día de parte de Dios, que empecemos a ser mas selectivos con lo
que escuchamos y que entendamos que aquello a lo que ponemos atención repercutirá
en nuestra vida y en nuestro animo cada día.
Si empiezas el día con una
hermosa alabanza donde te recuerda que Jesús esta pensando en ti, que el esta
obrando, que él tiene una respuesta para ti que viene en camino, que el gozo de
tu señor es tu fortaleza o una canción que diga que hoy es un día especial, que
veras cosas lindas, que el cielo esta hermoso y azul, que no estas sola, que existe
una esperanza para ti hoy, que hoy se abren las flores y que el amor toca a tu
puerta, que lo pasado paso y que vienen cosas grandes, si desde hoy empiezas a
elegir canciones que nutran tu espíritu te aseguro que se acabarán los días de
tristeza y que de repente ante cualquier situación por mala que parezca te saldrán
automáticamente himnos y cánticos de alabanza de tu interior porque realmente
de eso te has ido llenando con las canciones que has sido ministrada cada día.
La música ministra nuestro espíritu,
ósea lo llena, lo levanta, lo enriquece, lo prepara y lo conduce a ser
plenamente cubierto y llenado por la presencia de nuestro hacedor, pero esto es
la música dirigida a él, a nuestro Dios. Imagina de quien y de que te llena una música que
produzca y hable de tristeza, violencia, soledad, ira, desamor, melancolía?
Pero no solo la música, porque
dice en 1ra de corintios versículo 33: que las malas conversaciones corrompen
las buenas costumbres. y en Mateo 12:34-35 establece que de la abundancia del corazón
habla la boca. De que piensas que estarías llena si le prestas atención a una
persona que este de continuo criticando y murmurando a otras personas, o que
esté constantemente hablando negativamente de su vida, de su trabajo, del jefe
o de su esposo o de su entorno? Como esto puede enriquecer tu vida? Como sales después
de una sección de conversaciones desagradables que no edificaron para nada tu espíritu?,
creo que saldríamos con una carga mayor y con una actitud negativa y lo peor es
que tendemos a copiar lo mismo que esta persona hizo porque esto nos va amoldando
a lo que el otro hace; Cuando somos sometidos con regularidad a alguna
experiencia tendemos a adoptar ya sea inconsciente o conscientemente ciertos
patrones de conducta y comportamiento.
En el libro de Efesios 4:29
establece que ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca sino la que sea
buena para la edificación de los oyentes. Waoo nos invita a que todo lo que
hablemos sea para construir, aportar, edificar, crear, ayudar, levantar, fortalecer y sembrar. Si lo
que hemos estado hablando últimamente o escuchando no posee nada de esto creo
que hoy es el mejor momento para descartarlo y apartarlo de nuestro entorno.
Como podemos pensar en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo santo (Tal como se nos manda en Filipenses 4:8), si lo que estoy escuchando, si de lo que estoy llenando mi mente y mi espíritu no es bueno, ni puro, ni honesto, ni santo?
Hoy es el mejor momento para que
nos dejemos guiar por el Espiritu santo de Dios y le pidamos en oración que nos
ayude a escuchar solo aquello que nos edifique, que nos ayude a ser mejores
seres guiados por Dios, a ser la diferencia, a ser personas al lado de las
cuales los demás quisieran estar porque estamos tan nutridos por nuestro Dios
que lo que hablemos y escuchamos habla por si solo de lo que estamos llenos.
Dios te bendice y entrégale tus oídos
para escuchar todo lo bueno que viene de parte de Dios!