martes, enero 08, 2013

¿Careces de afecto?

Estamos a veces muy enfocados y pendientes de que si nos llaman cuando estamos enfermos, de que si oran por nosotros, de que si nos saludan, de que si preguntan por nosotros, de que si nos visitan, de que si recuerdan nuestro cumpleaños y nos llaman para felicitarnos, de que si nos tienen pendiente para invitarnos a la casa de un amigo a almorzar, de que si nos dicen que nos quieren, de que si nos toman en cuenta cuando se va a hacer un reconocimiento o regalo, de que si nos guardaron del pastel que cortaron, de que si nos trajeron algo de ese viaje o visita, y nos convertimos en seres egoístas que entendemos que todo debe girar en torno a mi “yo”, que lo primordial es que me tomen en cuenta, me den, me hagan, me llamen, me busquen y nos hacemos la idea inconsciente y/o consistentemente de que somos el centro de todo.

Pero tengo una pregunta: ¿Llamas a alguien para decirle que le quieres? ¿Llamas a alguien para su cumpleaños? ¿Oras por el que está enfermo(a)? ¿Le das apoyo al que está llorando y triste? ¿Invitas al que tiene menos que tu a almorzar a tu casa? ¿Tienes pendiente comprarle un obsequio aunque sea pequeño, a un amigo? ¿Le dices a alguien cercano o distante que le quieres? ¿Le reconoces a la gente que te ayuda sus buenas obras para contigo?  ¿Saludas tú a tus amigos y a los desconocidos simplemente porque disfrutas demostrarles a los demás lo valioso que son? ¿Piensas tú en los demás?

Este es el momento de empezar a olvidarnos más de lo que deseamos, queremos y esperamos para nosotros y pensar mas en lo que podemos HACER POR OTRO…...La biblia establece que hagamos con los demás como deseamos que estos hagan con nosotros. (Mateo 7:12).

Que mejor oportunidad de soltar el egoísmo que nos invade y empecemos a dar mas  de nosotros a los demás, a empezar a mirar a nuestro alrededor quien nos necesita y quien tiene menos que nosotros.

No nos caería mal darnos un paseo por un hospital, un orfanato, un hogar de ancianos, un hogar de niños, y ver cuantas personas están enfermas, solitarias, desahuciadas, tristes, afligidas, abandonadas, olvidadas, carentes de recibir una muestra de afecto.

No nos caería mal tomar nuestra agenda telefónica y revisar cuantos amigos incondicionales tenemos y darles una llamadita o enviarles un correo o mensaje para saludarles, No nos caería mal mirar alrededor de nuestras casas y empezar a notar a aquellos que están esperando que le demos un saludo, un buenos días, un buenas tardes, un Dios te bendiga.

Empecemos a soltar el “Yo” y usemos mas; el, ella, aquel, aquella, aquellos, ellos, ellas, esos, esas, necesitan, desean, no tienen, quieren… Cuando nos damos al otro sin esperar nada a cambio, el soberano Dios nos regala lo que nos hace falta…………

Dios te siga bendiciendo...