Vivo en una zona donde nos rodean
varios árboles, esto provoca que en muchas ocasiones tengamos muchos mosquitos
deseosos de picarnos. Un día de estos mientras estaba lloviendo, de repente
noto que me encuentro “discutiendo” con un mosquito que insistía en picarme en mi brazo izquierdo, noté como él NO SE RENDÍA. Esto me mostró como nosotros
debemos también ser persistentes (insistentes) con aquello que queremos lograr, cambiar,
tener, alcanzar, restaurar, poseer, tocar.
Mujer, persiste en restaurar tu
matrimonio, persiste en conversar con ese miembro de tu familia que se mantiene
renuente al dialogo, persiste en sacar adelante ese negocio que iniciaste y que
aun no acaba de arrancar, insiste en tocar esa puerta hasta que se abra,
persiste en orar por esa situación hasta que veas el cambio, persiste en estudiar
y aprender esa nueva habilidad que estas agregando a tu vida y que a veces te
parece imposible de aprender o entender, persiste en creer que esas llamadas de
bendición, de oportunidad las recibirás, Insiste en creerle a Dios, creer a sus
promesas, creer que estará contigo todos los días de tu vida hasta del fin del mundo, persiste en creer que desde
que abres tu boca para pedirle él te escucha.
Mujer, persiste en creer que lo
que estás viviendo ahora pronto será simplemente el recuerdo de una prueba, de
una travesía que te enseñó y te ayudó a crecer y a desarrollar tu fe. Insiste
en poner tus ojos hacia el frente, hacia lo bueno que Dios va a traer pronto y
persiste en dejar de mirar el pasado, insiste en DECLARAR y PENSAR que lo peor
ya pasó y lo mejor está por llegar. Persiste en creerte una vencedora,
una triunfadora, una conquistadora, una emprendedora.
Insiste en declarar que todo lo
que Dios estableció para tu vida se está estableciendo en lo terrenal, en lo
visible. Persiste en mantener tu gozo a pesar de las situaciones difíciles sabiendo
que “Todo es posible para el que cree” (Marcos 9:23), y que “Como tú creas te será hecho”. (Mateo
9:29).
Dios te bendice!