martes, mayo 28, 2013

¡El aplauso de Dios!

Cuando asistimos a ver alguna presentación, solemos al final o en el intermedio de la misma dar un aplauso como muestra de agrado y respeto a lo que estamos presenciando, a lo que estamos viendo. Con ese aplauso le estamos diciendo que nos gusta lo que dice, canta o personifica y que nos gustaría que continuara. Así mismo en muchas ocasiones estamos por la vida caminando y obrando de acuerdo a los principios que nos inculcaron en la niñez y otras veces conforme a los principios bíblicos, conforme a lo que sabemos que es lo bueno y correcto.

Hoy el Señor nos insta a caminar de forma que le agrademos a él, que hablemos lo que a él le agrada, que enseñemos a otros con nuestro ejemplo lo que es bueno y correcto.  Que tratemos por todos los medios de ser luz en medio de las tinieblas, que llevemos paz a donde solo hay pleitos y divisiones, que hablemos verdad donde reina la mentira, que hagamos el bien donde abunda el mal, que mostremos perdón hacia aquellos que no saben perdonar, que seamos sal donde ya se perdió el sabor, la esencia, la vida.

La palabra de Dios dice que los ojos de Jehová (Dios) recorren la tierra, es decir que el nos ve. Cuando obramos correctamente él se agrada de nosotros, renueva nuestras fuerzas y nos cubre con su manto para que sigamos haciendo lo bueno.

Yo lo llamo darme un aplauso cuando siento su paz sobre mí al darle una palabra de aliento a alguien que así lo necesitaba, cuando levanto una oración por aquel que la necesita, cuando le extiendo una mano al que está  caído, siento como si él me aplaudiera y me dijera: “Animo, sigue hacia adelante, este mundo necesita más amor, comprensión, paz, tolerancia, no te canses y muestra lo bueno que yo he puesto en ti”.   

Hoy Dios te insta a que muestres lo bueno que él ha puesto en ti, ama al que te rodea, perdona al que te ha fallado, corrige con amor al de pasos extraviados, ora por los que hacen maldad, has obra de reconciliación entre las familias divididas, ayuda a otros que necesitan un consejo para cambiar sus vidas, dales de comer a aquellos que no tienen empleo y necesitan ayuda. Diles que no están solos a aquellos que hoy se sienten desamparados, comparte con otros lo que Dios te da cada día.

Se una luz, se la diferencia y Dios seguirá abriéndote puertas para que seas canal de bendición para otros. Recibe un aplauso y sigue adelante….

Dios te bendice!