viernes, agosto 17, 2012

¡Obrará para tu bien!


En nuestra vida nos vemos en ciertos momentos en medio de fuertes situaciones a las cuales llamamos pruebas, acontecimientos inesperados. Vemos como personas cercanas a nosotros nos decepcionan, vemos como cosas que creíamos seguras de repente se nos van de las manos, vemos como proyectos, planes, negocios y/o personas que significaban mucho para nosotros se nos alejan y un sinnúmero de situaciones más nos acontecen. En esos momentos pensamos que no nos levantaremos de nuevo, que ese problema terminará sepultándonos o que nunca terminará. A veces hasta llegamos a cuestionar el respaldo de nuestro amado Dios, su cuidado y cobertura. empezamos muchas veces a elaborar un montón de preguntas que deseamos que él (DIOS PADRE) nos responda; porque entendemos que no es posible que nos esté pasando algo tan fuerte a nosotros, que produce tanto dolor, tanta pena, tanta tristeza, una sensación de soledad y abandono.

Amada princesa, esas situaciones que ahora puedas estar viviendo; ese desierto en el que sientes que ahora te encuentras; por doloroso, gris, atemorizador y perturbador que parezca; es pasajero, pasará, es por poco tiempo y al final te dejará con un valioso aprendizaje.  Hay un hermoso versículo en el libro de Romanos 8:28  que dice:  “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.  Amada, Dios tiene un llamado para tu vida: Dios te ha levantado para fortalecer las manos cansadas, para llevar palabras de aliento a los abatidos y desesperados, para brindar apoyo, esperanza, consuelo, ayuda, para decirles a otros que en Cristo todas las cosas son hechas nuevas.

Sea cual sea el propósito que él tenga para ti, Dios está usando estas situaciones que puedas estar pasando ahora para forjarte, para prepararte, para capacitarte para que manejes cosas mayores. Para que puedas decirle a alguien “No te preocupes, levántate, yo también pasé por eso, pero el Señor se glorificó en mi vida y me sacó como victoriosa y ahora solo recuerdo lo pasado como parte del plan de Dios para mi y como un hermoso proceso que me ayudó a crecer”. Eso es lo que Dios desea; que en este tiempo de prueba crezcas, que madures, equiparte de las herramientas necesarias para que seas fuerte, para que seas como la palmera la cual en medio de temporales (tormentas) se desdobla hasta casi el suelo pero no es arrancada de raíz, sus raíces permanecen profundas, y desde que todo vuelve a su calma ella vuelve a su posición original que es estar erguida.

En el salmo 23:4 vemos esta declaración de confianza: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. Que promesa tan bella, aunque lo que puedas estar viviendo ahora entiendas que terminará hundiéndote, acabándote, que no podrás salir y que sombras te cubren, dice que no temas mal alguno, porque Dios padre estará contigo, y como el buen pastor que conoce a sus ovejas el cuidará de ti, te guiará por camino seguro y te alentará a seguir.

Hoy es el momento de ahondar tus raíces en Cristo Jesús.  Hoy es tiempo de crecer, Hoy es el momento de entrar a su presencia en oración y solo decirle: “Padre amado, eterno Dios que cuidas de mi y cuya mano nunca me deja, me humillo ante ti y te alabo. Te pido que me muestres cual es el propósito de esta situación en mi vida, ¿Que debo aprender?  ¿Para que estoy pasando por esto?  Muéstrame ¿cual es la actitud que tu deseas que tenga en medio de esto? Ten la certeza de que él te responderá.  En este momento es el tiempo en el que más debes estar sumergida en su presencia, clamando a él día y noche, alabando su nombre  y consciente de que él es fiel y que él te toma de la mano en medio de este proceso para llevarte al otro lado, a otro nivel.

Dios te bendice mujer victoriosa y nos vemos pronto del otro lado; con una hermosa sonrisa en tu cara y testimoniando: “Soy mas que vencedora en Cristo Jesús y todo ha obrado para mi bien”.

No hay comentarios: