Muchas veces iniciamos oraciones a nuestro
padre con la fe y la voluntad de que nuestras respuestas lleguen inmediatamente,
que veamos ese cambio que pedimos de inmediato,
que veamos esa puerta abierta desde que decimos: “Gracias Señor porque está
hecho, Amen”. A veces deseamos que se parezca al delivery de una farmacia o
colmado, donde hacemos un pedido y de inmediato tenemos al chico tocando nuestra puerta para entregarnos lo que hemos
comprado.
Pero muchas veces Dios se queda
en silencio, no porque no desee responder a tu petición pues recuerda que él es
Dios soberano, Dios de amor, él se deleita en bendecirnos y nada es imposible para él. Sino porque a veces
el desea enseñarnos a ser pacientes ya que él
conoce el mejor momento de entregarnos aquello que estamos pidiendo, otras
veces el desea hacer algo mayor a lo que estamos pidiendo o simplemente eso que
estamos pidiendo no está en su plan para nuestra vida porque simplemente el
tiene algo diferente, mayor y mucho mejor.
Pero, ¿Qué hacer entonces en
medio de este silencio que sentimos de parte de Dios? ; Debemos alabarlo y
darle las gracias porque él está haciendo a nuestro favor, Declararle en oración
que aunque estamos pidiendo tal o cual cosa deseamos que el haga su perfecta
voluntad y que la establezca en su precioso tiempo, Debemos confiar
descansadamente en él porque él es nuestro padre y todo lo que tiene para
nuestra vida es con el propósito de bendecirnos y prosperar nuestra vida de su
mano.
A partir de hoy, cuando sientas
que Dios está en silencio, recuerda que el está trabajando. Sigue orando, creyendo
y deleitándote en él y recuerda que a veces él calla para darte una enorme
sorpresa en el mejor momento de tu vida.
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo”. Eclesiastés 3:11.
Dios te bendice!
No hay comentarios:
Publicar un comentario