Una intercesora!

En este hermoso trayecto llamado vida, nos vemos en momentos de angustias, de necesidad, de búsqueda continua del rostro del Señor esperando recibir de el una palabra, momentos en los que las mismas situaciones provocan que nos enfoquemos mas en nosotras, en lo que queremos, deseamos, que no tenemos y anhelamos y olvidamos muchas veces que hay muchas personas que tienen menos que nosotras. Personas que tal vez enfrentan un momento de prueba de mucha aflicción, personas que requieren urgentemente una palabra de aliento porque no saben como continuar y precisamente en este momento es que el Señor desea que levantemos un altar de oración por esas personas, que nos convirtamos en intercesoras.

Una intercesora es una mujer de Dios a quien Dios le ha dado autoridad para clamar, declarar y establecer a favor de otros. Es una mujer llamada, designada y revestida por la gracia de Dios para entrar al plano espiritual y pelear batallas a favor de otros. Una intercesora es una guerrera que ha muerto así misma y ha entendido que sus peticiones ya han sido contestadas y que ahora es el momento de levantar bandera para que otros sean liberados en el nombre de Jesús.

En la Santa palabra de Dios, en el libro de Job 42:10 se nos habla del siervo Job donde dice; “y quitó Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job”. Poderoso verdad?  Aquí el Señor nos muestra el desprendimiento del yo, del ego, de lo que yo necesito y quiero, y empiezo a pensar mas en lo que el otro necesita y quiere; en su dolor, en su pena, en su tristeza, en su escasez, en su turbación.

Dios te ha dado mucho mujer y te seguirá poniendo mas en tus preciosas manos, ya es tu tiempo de cosechar, solo da gracias por todo lo recibido y por lo que ya viene en camino. Ahora enfócate en este tiempo en interceder por otros; orar con tu corazón por tu hermano, orar por aquellos que les falta fe, que desean dejar el camino, que hoy dijeron “ya no sigo mas”, que hoy se levantaron sin esperanzas, que hoy encontraron la despensa vacía, que hoy no saben que van a comer, que hoy dijeron “esta enfermedad me va a matar”, que hoy perdieron todo, que hoy el maligno les hizo creer que el todo poderoso los ha dejado.

Hoy es el día que Papá desea que le digas: “Muéstrame Señor los que tienen menos que yo, muéstrame al caído, al enfermo, al desamparado, al que necesita acercarse a ti, Hoy me levanto en oración y clamor por otros, hoy me pongo la vestidura de una heredera del Reino que levanta vallado por sus hermanos, hoy asumo mi responsabilidad de batallar en oración por otros, hoy voy a olvidarme de mi y voy a pensar en mi hermano. Gracias Señor por ponerme un corazón misericordioso y por quitar de mi cualquier sombra de egoísmo, gracias por darme el privilegio de hacer con otros como tu haces conmigo, amen y amen”.

Dios te bendiga en esta mañana, hermosa intercesora de Jehová, Dios prospere tu camino y que seas instrumento de bendición!!