Amada mujer, sea cual sea la actitud que acaba de salir a flote, que acabas de mostrar (Ira, envidia, vanidad, egoísmo, pereza, negativismo, altanería, prepotencia, soberbia, avaricia, codicia, pleitos, contienda etc.) ante el publico o ante esa persona que te interesa, que aprecias o que amas, El Señor desea que simplemente no te culpes mas y se la entregues en sus manos y el procederá a cambiar, renovar y darte paz.
Eres sumamente valiosa para el Señor y él nos expresa en su palabra que podemos venir a El trabajados y cargados que Él nos hará descansar y que aprendamos de El que es manso y humilde de corazón, este es el mejor momento para levantarte. LEVÁNTATE que para el eres de alta estima y el ya olvido tu pecado desde el momento en que dispusiste tu corazón a cambiar la actitud, a enmendar el error.
Vamos a hablarle ahora: Señor Jesús, traigo a tus pies mi pecado, te traigo mi corazón, te presento mis actitudes, mi comportamiento, aquellas cosas que no me gustan de mi, aquellos errores que cometo continuamente, necesito que me ayudes, necesito que tu Espíritu santo obre en mi y venga transformándome, cambiándome, haciéndome una mujer nueva con un carácter conforme al tuyo, aprender de ti a ser mansa y humilde de corazón. Padre deseo cambiar, deseo que tomes mi vida en este momento, que tomes mi carácter y me regales una vida transformada, una vida dirigida por ti, guiada por ti, ser una mujer que cada vez que abra mi boca, que en cada actitud, que en cada comportamiento muestre que tu habitas en mi, gracias por regalarme tu perdón, gracias por olvidar mi pecado y echarlo al fondo del mar, gracias por amarme, por aceptarme y por transformarme. Amen!
Dios te bendiga en este hermoso día y bendiga la hermosa obra que ya el inició en ti, preciosa gema del altísimo.
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