sábado, agosto 23, 2014

Perlas desde Eclesiastés...


Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fortaleza; aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras. Las palabras del sabio con reposo son oídas, más que el clamor del señor entre los necios. Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; mas un pecador destruye mucho bien. Eclesiastes 9:16-18

1ro. Muchas veces como seres humanos que somos buscamos usar la fuerza física, la razón, nuestra voluntad, nuestro ego, nuestro pensamiento o conocimiento humano, para resolver la situaciones que se nos presentan en la vida, el Señor nos recuerda que usando como herramienta diaria esa sabiduría que proviene de Dios y que él la da abundantemente al que se la pida, podemos salir airosos de cualquier situación; Simplemente con dejarnos conducir por el mover del Espíritu Santo en nosotras.

2do. Aunque muchas veces nuestro obrar conducido por la Sabiduría divina no sea bien recibido por aquellos que entienden que los métodos humanos son más eficaces, debemos insistir en manejarnos día a día por el motor de la guianza del Espíritu Santo en nosotras. NO llegaremos a ser sabias verdaderamente sino buscamos ejercitar en el día a día el dejarnos guiar por las sabias decisiones que el Espíritu Santo coloca en nosotras.

3ro. La palabra de sabiduría tarde o temprano es bien acogida por aquellos que necesitan paz. Todos los seres humanos llega un momento donde deseamos desesperadamente encarrilar nuestros pasos y ahí es donde entra el recordatorio de las palabras de sabias y oportunas que una persona trajo a nuestra vida en determinado momento. El sabio recibe honra, el sabio es escuchado, aun los mismos necios llegan a un momento donde prestan oído a lo que esa persona prudente les dice. Vale la pena persistir en conducirnos con sabiduría y dejar de aplicar los rudimentos de la carne y esa fuerza de nuestro ego. El alterarnos y obrar con nuestra fuerza no soluciona las cosas. Muchas veces solo con un consejo sabio y con una persona que discierna guiada por el Espíritu, se puede provocar la diferencia. La blanda respuesta aplaca la ira.

4to. La sabiduría nos abre puertas y nos permite conducir a otros por camino de vida y nos ayuda a nosotros a ser parte de la solución no del problema, a ser de aquellos que llevan paz no conflicto, aquellos que le muestran a las personas como avanzar y salir del pozo, aquellos que andan con una lámpara en la mano alumbrando el camino de todos los que le rodean. 

5to. El que persiste en hacer lo malo una y otra vez, puede causar mucho daño porque no mide la magnitud ni consecuencias de su obrar, porque anda con un pensamiento egoísta donde solo buscan el logro de sus obras retorcidas. 

6to. Tenemos una alerta para andar como hijos de luz y asociarnos a aquellos que con solo una palabra sabia, mansa y prudente provocan que el caos abandone una ciudad, una vida, un entorno, porque el Señor respalda y recompensa al que busca hacer devolver a un pecador de su mal camino. Así mismo desea el Señor que seamos de los que son conocidos por nuestro obrar guiado por la sabiduría de nuestro Señor Jesucristo.

Dios te bendice y continua paseándote por el libro de Eclesiastés; hay perlas de sabiduría esperando por ti...

No hay comentarios: